Quién que estuviera... un instante

Eso que de repente me desespera... No encontrar alguien que me quiera así...
Me hace falta alguien que me apapache.
y que pueda apapachar.
Alguien con quién acostarse sobre el techo de la casa para poder ver las estrellas.

Por cierto viste la lluvia de estrellas de hace 2 días.
Se vió muy poco aqui. pero si llegué a ver algunas.
Es que no acostumbras ver las estrellas en la noche.

Suerte y tiempo dices?
Si sigue pasando el tiempo un día ya no estará a mi favor.
No estoy viejo, pero en unas décadas lo estaré.
ja ja! ni que estuviera arrugando bien feo!
Suerte... es como una moneda en el aire.
y el amor solo lo veo existir en los demás.

Hay ya me deprimí.

Quién que estuviera para escuchar mis frases incoherentes de la vida.
Quién que estuviera para animarme cuando estoy de pesimista.
Quién que estuviera para reírse de mis chistes sosos y vulgares.
Quién que estuviera solo para verme despertar una mañana.
o para verme dormir apasible en mi cama compartiendo las sábanas.
Quién que estuviera para acompañarme en mis aventuras.
Quién que estuviera para detenerme en mis ideas absurdas.
Y quién que estuviera para oirme hablar cuando estoy así.

Algún día lo encontraremos amiga? Esa persona especial?
Ahora si necesito esa chela. Dame más...

Hay quienes aunque sea por un instante han experimentado todo eso.
Conosco algunos.
Y aunque sufren porque ya no tienen esa dicha, en ocasiones no se dan cuenta de que haberla vivido es un milagro.

Un instante... solo eso pido.
Una noche,
una mañana.
una tarde soleada.
Para verla a sus ojos.
Para besarla en cara y boca.
Para acariciarle el cuerpo.
Para volvernos uno.
Un instante de amor.
Un instante... que no encuentro.

Quiero seguir leyendo!
I want to read it in english

Reacciones oportunas

Hay ocasiones en los que uno puede actuar rápido, con prontitud, hacer uso de reflejos que en ocasiones impresiona a la gente. He sido capas de regresar proyectiles, como piedras, huevos y balas de gotcha. He podido usar la misma fuerza que llevan estos proyectiles para girarlas en el brazo, y aventarlas a quien las lanzó primero, sin tener que romper, estrellar, rebentar el proyectil; aunque no siempre les he atinado. Sin embargo hay otras ocasiones, en las que no reaccionas, sabes que debes hacer algo pero no haces nada.

En esas ocasiones que reaccionas, todo te parece que sucede en camara lenta, te mueves casi sin pensar, como si ya hubieras practicado el movimiento en muchas ocasiones, como si supieras exactamente lo que tienes que hacer. Te dá tiempo de pensar en muchas cosas ese instante.

Hay otras, como ya había dicho, en las que no te mueves, sabes que debes hacer algo y sin embargo no se te ocurre, estás congelado. No estoy seguro a qué se deba la falta de reacción. Y a veces sucede en situaciones cruciales, o peor en situaciones de vida o muerte. Todo sucede en un instante como si todo se hubiera detenido por completo, y al siguiente instante el desastre ya ocurrió.

No pienso justificar nada, me ha pasado muchas veces y la última no fué hace mucho. Les cuento entonces que la otra vez andando en el metro (pareciera que me la vivo ahí), iba con una amiga mía (Elfie) en camino a recibir a un viejo amigo al aeropuerto. Yo andaba un tanto distraido ese día, y la plática incesante de mi parlanchina compeñara no paraba. Llegó un momento en que teníamos que transbordar; en ese intervalo de tiempo, en el que tuvimos que esperar el siguiente metro, Elfie seguía platicando no recuerdo que asomada en la orilla del andén. De pronto veo que se acerca silenciosamente, como si llegara furtivamente para sorprender a alguien, el tren del metro. Elfie estaba dando la espalda al tren y con la cabeza asomada como si esperara que el metro llegara por el otro lado.

Por un momento me pareció ver el primer vagón chocando contra la cabeza de Elfie. No sé cuáles hubieran sido la conscuencias. Fractura? un chichón? decapitación? un zape en la nuca? un vagón abollado? Lo cierto es que seguro le hubiera causado una terrible jaqueca. En todo caso, yo estaba en posición de evitarlo, debí haberme movido, y quitado a Elfie del camino del tren... No me moví. Me limité a abrir los ojos y a abrir la boca en ademán de incredulidad. En eso... ella misma se incorpora a unos pocos centimetros de ser golpeada, el viento que lleva el tren, le sopla la cara. Yo porfin respiro.

Por un momento ella no captó lo que pasó. No se asustó ni se puso nerviosa, ni hiso ademán de "por poco y no la cuento". Entonces le digo en pocas palabras, " estuviste apunto de morir por el zape de un tren". Ella me dice ahora si con expresión de asustada " si, me acabo de dar cuenta". .

Quiero seguir leyendo!
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