La música es una forma de comunicación muy poderosa. Que influye mucho más de lo que la mayoría de las personas cree o quiere creer. En otros tiempos se oprimió a mucha gente oponiéndose a su música. Y de esa manera a sus ideologías. La música es el lenguaje colectivo de una comunidad. A través de ella una comunidad, un grupo o una sociedad se comunica, y nos platica de sus ideales, de sus prioridades y de sus intereses.
La música está en todas las culturas, y en cada una de ellas tiene su muy particular huella que hace que la música sea perfectamente identificable por regiones, por generaciones, y últimamente, por comunidades.
Me refiero a comunidades claro, a las subculturas que han proliferado tanto últimamente a raíz de la explosión demográfica y la globalización. Cada grupo subcultural tienen sus estilos de música muy particulares. Y a través de ello muestran sus ideologías. En ocasiones en las letras, y digo en ocasiones porque la música no necesariamente tiene que llevar una canción, o una voz para evocarte algún sentimiento o alguna idea.
En el mundo artístico se dice que la industria de la música es la más vacía. Tal vez porque carece de elementos gráficos o simplemente de elementos. Si hiciéramos una analogía es como jugar con un palo mientras otra industria mas “completa” sería como jugar con un balero. Yo diría entonces, que es más bien, de las más elementales.
Pero así como es de elemental puede causar sensaciones, puede inclusive provocar cambios en el estado de ánimo. En una película, el fondo musical puede ser la causante de convertir una escena normal en una escena de mucho suspenso, o enfatizar el lado triste y melancólico de la escena. Inclusive una misma escena puede ser interpretada de una forma completamente distinta usando diferentes fondos musicales, haciendo que esa escena triste sea vea cómica.
Alguien puede hacer alguna vez el experimento de intentar leer un pequeño cuento oyendo alguna música y luego tratando de leerlo de nuevo con alguna melodía completamente diferente. Para aquellos que se sumergen y se involucran mucho en la historia cuando leen podrán notar que les causa una sensación completamente distinta al leer el mismo cuento con una melodía que con otra que sea radicalmente distinta.
Tus preferencias musicales pueden llevarte por ciertos caminos sin que te des cuenta. Escoger el tipo de música que te gusta es también decidir en ocasiones a qué comunidad quieres pertenecer. No necesitas conocer sus ideales para identificarte con estas a través de su música. Es muy común que la gente comience a escuchar un tipo de música característico de una comunidad y después intente pertenecer a esa comunidad convencido de que sus ideas y su forma de pensar son iguales a la suya. No así, no es tan común que suceda al revés: Que una persona piense y se identifique con ciertas ideas y formas de pensar y después le comience a gustarle y a escuchar la música de la gente que le indujo a esa forma de pensar. Es difícil porque una persona, sobre todo si ya es adulto joven y mas siendo adulto mayor, ya tiene sus ideales definidos y estudiados, y ya tienen también una preferencia musical que no va a cambiar fácilmente. Contrario con lo que le sucede a un joven que está apenas creando sus ideologías, que está aprendiendo aún a pensar y está comenzando a hacer sus propios juicios. Y estos juicios pueden ser afectados por la música que suele escuchar de la misma forma que afecta a un lector que está escuchando cierto tipo de música como dije en aquel ejemplo anterior.
Esto que digo es muy peligroso porque significaría que se puede también moldear la forma de pensar de los grupos de personas por medio de la industria musical. Usando estilos prefabricados con el único objetivo de tener ventas altas, la música pop y la cultura pop ha creado gente que se subvalora y que es solo feliz comprando aquello que se le dice que está de moda, que es cool y que es actual. Provocando claro que esta gente sean consumidores irresponsables y poco exigentes.
Esto es bien sabido por el consumismo y por la industria de la música, lo aplican y lo llevan a cabo. Pero el peligro radica en pensar que tus juicios pueden ser manipulados y gente con aún menos escrúpulos que los dueños de las industrias pueden usarlo a su favor.
Pueden decir que es un sueño guajiro pero no lo es. El principio del hipnotismo es muy similar. El hipnotista comienza a hablar con ciertos timbres y cambios de tonos que te inducen a un estado onírico y muy susceptible a algunas órdenes y comandos. Y curiosamente el hipnotista experimentado suele preguntar qué tipo de música sueles escuchar antes de comenzar una terapia de hipnotismo. Es la voz la que te hipnotiza, no el relojito que te pone enfrente de la nariz a modo de péndulo.
Puede decirse también que es importante no solo reconocer la música que te gusta sino escoger la música que les vas a dejar escuchar a las mentes más jóvenes y susceptibles. Algunos estudios han comprobado que el uso de cierto tipo de música hace que las plantas crezcan más rápido y mejor, al igual que ha hecho que bebés no natos y recién nacidos desarrollan mejores habilidades cognoscitivas escuchando cierto tipo de música que otra. Dígase preferentemente música clásica de Beethoven y de Bach. Pero seguramente han de haber otros estilos que han de tener efectos similares.
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