No baro, no baro…

¿Tensiones? ¡Nel!... Bueno, talvez. Y es que me he fijado que la mayoría de mis compañeros, amigos, conocidos sufren de tensiones graves. Y hasta se les tuerce el cuello. A mi solo se me tuerce el cuello cuando me tengo que parar sobre la cabeza y hacer giros de cabeza. No, no es chiste, lo hago cada fin de semana desde que estoy practicando Woo Shu. Pero como iba diciendo, aunque suelo ser alguien relajado, últimamente he estado presionado, no por la escuela, no por el trabajo, ni tampoco tengo problemas familiares, más bien es por el dinero. En este momento no tengo ni un centavo partido por la mitad. ¿Cómo diablos le voy a hacer para llegar del trabajo a mi casa el día de hoy? ¿Eso sería de preocupar para cualquiera no creen? Bueno, pero pensándolo bien creo que debo relajarme, siempre habrá alguien a quién pedirle prestado.
.

¿Por qué no tengo dinero? Los que me conocen del diario ya lo han de haber adivinado: he gastado todo en Gamera. Gamera, en este caso, no es el monstruo legendario de 200 metros que atacó la ciudad de Tokio. Gamera en este caso se trata de mi computadora que con mucho, mucho trabajo logré comprarme, y que aún no termino. La bauticé así porque en verdad es un monstruo de computadora por todos sus componentes. Alguien me dijo que además parece frigobar, y cuando la termine va a parecer aún mas porque entre las cosas que le pienso meter también tendrá un sistema de refrigeración liquido o de cambio de estado. ¡Si ya sé! Todo eso suena muy… muy geek (los que conocen el término también son geeks).